Aleja el odio que un día te invadió
Que este mundo dejó caer
Sobre tu alma, sobre tu ser
Aleja el dolor y la amargura
Recordando aquellos días,
de niñez dulce, de niñez pura.
Aleja el odio que un día te invadió
Que este mundo dejó caer
Sobre tu alma, sobre tu ser
Aleja el dolor y la amargura
Recordando aquellos días,
de niñez dulce, de niñez pura.
Somos un instante y nada más
Una foto del ayer
El momento que ya fue
Ese que quedó atrás
Eso somos, nada mas
Somos una imagen que no está
Una ilusión de quien ve
Desde lejos nuestro ser
Lo que proyectamos hace tiempo ya
Algo que no somos más
Es un sentimiento nada más
Pero a la vez es la verdad
Que somos somos efímeros
En este tren veloz
Que por más rezos que escuche
No piensa parar.
Vengo caminando
Hace bastante rato
Pensando y pensando
Hacia donde lleva este canto
Partió allá bien atrás
Cargando unos dieciocho
Con la cara bien perdía
Y un bigote andrajoso
Seguí perdido arrastrando
Estos pies sin cansancio
Mirando siempre a la luna
Y amando mucho a oscuras
Tormentosos y templados,
Veloces y calmados,
Deprimidos y alegres,
Pero siempre en el presente
Fueron los tiempos siempre
Algo sin relevancia
Perdía uno, dos, tres sin causa
Nada importaba
Hay algo aprendido
Ya con estos treinta y algo
Y es que la cuestión del tiempo
No lo es tanto
Observó entonces el camino
Y el río que va a su lao
Río que he alimentado
Con lágrimas de risa,
Con lágrimas de llanto.
Este camino sigue
No se hasta donde, ni cuando
Y por el constante movimiento
Solo se que sigue creciendo
Este río igual seguirá creciendo
Y no temo en lo que aumente su caudal
Que de penas me he reído
Mientras sigo mi caminar.